El procedimiento se inicia con una estimulación ovárica a base de tratamientos hormonales, lo que nos permite obtener varios ovocitos en un mismo ciclo y nos lleva a aumentar la tasa de fertilización, transferencia y posibilidad de embarazo en la paciente; adicionalmente este proceso va acompañado de ecografías transvaginales periódicas para hacer seguimiento a los folículos que han iniciado desarrollo.

Una vez los folículos están listos para ser fertilizados, se hace una aspiración folicular, mediante punción transvaginal bajo anestesia general o local en una sala de cirugía bajo todos los cuidados médicos, que deben ser controlados en ese momento. La paciente está en capacidad de regresar a su casa pasados 30 minutos de recuperación.

Cuando los folículos han sido recolectados son enviados al laboratorio para realizar la evaluación y posterior colocación con los espermatozoides para ser fertilizados. Al tercer día de desarrollo de los embriones estos son evaluados para determinar cuáles son los de mejor calidad para ser transferidos siendo el número máximo tres embriones mínimo dos, esto depende de cada caso en particular. Los embriones restantes que demás cumplan con los parámetros mínimos de calidad son llevados a criopreservación. Es el último paso, en el cual con ayuda ecográfica y por medio de catéter especial se realiza la transferencia de los embriones.